Amarse con los ojos abiertos


1 comentario:

Anónimo dijo...

cuántos trazos no has dado pensando en mí, en el viento, el mar y la hierba robada en días lúdicos de felices minutos.

Cuántos colores no has ocupado recordando noches turbias de etílicos besos inacabables, de extensas caricias con sabor a oleaje.

cuántas texturas se han caído entre tus manos, sin recordar las de mis ojos, que reflejaban girasoles crecidos del asfalto; mirada ondulante de tu faz hasta tu espalda y de tus pies hasta tu abrazo...